La solidaridad es la fuerza de la gente débil.
Hugo Ojetti. Escritor y periodista italiano

martes, 22 de febrero de 2011

Mirando al volcán Osorno

El avión sobre Santiago
      Es cierto que prometí no hablar de la crisis en las tres semanas de mis vacaciones en Chile. Pero me encontré un pequeño tiempo para escribir un poquito de este viaje.


      Empezó todo de maravilla, a punto de embarcar, Iberia me comunica que por tener más pasajeros que asientos en clase turista, me pasaban a clase Business. Como lo cuento, ¡en Business! Pagando clase turista.

      Lo único malo es que me dieron los asientos al otro lado del avión y no podría ver el majestuoso Aconcagua al llegar a Santiago. Lo sacrifiqué porque el maravilloso Aconcagua no se moverá de su sitio y la próxima vez que pase por ahí lo veré de nuevo.

Chiloé desde Castro
      Chile está bonito como siempre y mis compatriotas, peleándose con sus vicisitudes. Que los políticos están a la greña porque se descubre que una intendenta se le escapa que lo de las ayudas por el terremoto tienen trampa, que les suben el pasaje de los autobuses del Transantiago, que un año después del terremoto, casi todo está igual…

       Pero lo más importante es que lo llevan relativamente bien.

Todo es verde o azul
        Acabo de llegar de Chiloé.

       ¡Fascinante!

      Intenté mirarlo todo para contarlo después. Desde la idiosincrasia del chilote, hasta las maravillas de sus costumbres.

Achao
      Chiloé, el archipiélago en donde empieza a romperse el territorio, tiene algo mágico y maravilloso.
      Los chilotes son gente dura, acostumbrados a pasar las penas y conformarse con lo que hay. Si no llega la gasolina del continente, pues, no ha llegado y punto, siguen la vida sin gasolina y así, con todo lo que les puede faltar. Siguen la vida con una calma pastosa y pasmosa.

Zapateria de Chonchi
      Además, muchas de las cosas que parecen, no lo son.
      En una destartalada zapatería de Chonchi, en que rara vez venden calzado, si uno pregunta por doña Rosa, te hacen pasar a la trastienda, en donde la señora te ofrece diversos licores que hace ella misma, el licor de oro, el de café, el “apiao”.


Empanadas en Dalcahue
      Si vas a Dalcahue a comer empanadas de mariscos u otras exquisiteces, puedes pedir un “tecito frío” y te darán una taza de té pero con vino blanco, si pides un “cafecito frio” pues será una taza de vino tinto.
      La explicación es que no tienen licencia para vender bebidas alcohólicas y lo hacen ilegalmente, pero todo el mundo lo sabe.

      También me toco ver como una gran amiga compraba un salmón en la oficina de un vendedor de artesanía.

Cosas de chilotes

Rayando patatas
      Las mujeres chilotas, son más aguerridas y fuertes que los hombres, ellas son las que llevan la casa, la huerta y las que inventan cuando no hay.
       Me contaban el caso de una profesora que recorría las islas para impartir las clases. A golpe de remo, en un frágil botecito llegaba a la escuelita.

       Mujeres duras donde las haya, pero suaves y calmas en el trato.


Festival costumbrista. Castro
      Me tocó estar en el festival costumbrista de Castro, solo hace unas horas.
      De verdad es que te admiras de lo que pueden  y saben hacer y lo que potencialmente pueden. El turismo en Chiloé es una mina de oro y está todo al 20% de su potencial. Faltan ayudas institucionales e infraestructuras. Lo demás es cosa de imaginación
El ferri en el canal de Chacao
      Desgraciadamente, siempre les han tenido abandonados, con una sola carretera para vertebrar un poquito su territorio y dependientes absolutamente del estado de la mar para cruzar el canal de Chacao que les una al continente.
      Para variar no tienen ni aeropuerto, solo un pequeño y destartalado aeródromo.



Palafitos. Castro
      Alguna vez hubo la idea de hacer un puente entre Pargua y la isla, pero cosa extraña, los mismos chilotes se negaron. Como quien cuida su más preciada intimidad, prefieren quedarse como están a que les invadan con el modernismo y la vorágine frenética del siglo XXI.

       Hasta la crisis es lenta en llegar a Chiloé

      Quizás tengan razón, pero lo seguro, es que son felices encerrados en sus islas.



      Termino esta crónica desde el Hotel Puerto Chico en Puerto Varas, frente a mí está el inmenso lago Llanquihue y a pocos kilómetros se alza imponente el gran volcán Osorno. Apenas pueda les contaré sobre este enclave. De momento les pondré una foto del volcán, sacada desde Petrohué y les dejo, que tengo una mariscada pendiente.

!Envidia cochina!

lunes, 7 de febrero de 2011

La publicidad en la crisis

Pare, no siga
      Antes de dedicarme a intérprete de idiomas raros, uno de mis oficios fue el de diseñador gráfico. La crisis y la edad me llevo a echar mano de los idiomas.

      En tiempos de crisis la mitad de los productores y vendedores de productos, piensan que no deben gastar dinero en publicitarse, la otra mitad, se gasta más dinero que en tiempos normales.

       ¡Nadie los entiende!

Aún no lo ha vendido
      También los hay quienes piensan que la publicidad debe ser “bonita”, además de buena y barata. Otros, dejan en manos de profesionales estos menesteres.
      Lo malo es que, al igual que la moda, están las “tendencias” y al final, los “profesionales” de la publicidad, terminan copiándose unos a otros.


!Bidrios!
      Los chinos, que son más listos que un perro callejero, aprovechan todo (no solo en las comidas), copian todo, sea malo o sea bueno y ¡no hacen publicidad!
      Lo esencial en la publicidad, es llamar la atención. No importa que sea mentira lo que anuncias (siempre es mentira), o que el cartel sea feo o el anuncio por la tele sea una basura, lo importante es engañar al consumidor.

Anuncio Benetton
      La firma Beneton hace un tiempo sacó unas vallas publicitarias que causaron un gran revuelo, una de ellas mostraban las ropas ensangrentadas de un muerto en la guerra de Bosnia. El objetivo estaba cumplido, no se trataba de mostrar su producto, se trataba de que hablaran de ellos.

Cruel
      No importa lo instruido o listos que seamos, la publicidad siempre nos engaña.

      Como ya tengo mis añitos, no caigo fácilmente, pero como soy humano antes que nada, también caigo. Abstraerse del mundo consumista que nos rodea, es imposible.

¿Sin espinas?
      Me gusta la publicidad que intenta la gente con pocos medios, que quiere vender o venderse con lo que tiene a mano o con su imaginación por bandera.

      Los cartelitos escritos de mala manera, con faltas de ortografía y saltándose todas las reglas del diseño gráfico, a veces son los más sugerentes y hasta les compras por el esfuerzo de salir adelante. Todos tenemos un corazón de abuelita.

!Contundente!
       Me he encontrado en la Red un montón de anuncios, que pondré para adornar estas notas, les recomiendo mirarlos con atención.

      Como casi me voy de vacaciones a Chile, no estoy para profundizar en los que nos engañaron con los productos financieros que nos llevaron a la crisis ética que nos acongoja, aunque sigo pendiente de las vueltas que da el mundo y me preocupan miles de cosas, como la salud de Nelson Mandela, el próximo fin del terrorismo en España o la revolución árabe, no quiero aburrirles hoy con pesadeces.

Y aguante la respiración
      No sé si podré escribir en el blog las próximas tres semanas, posiblemente esté más ocupado en hacerles un asadito a mis amigos del alma el próximo domingo, o intentar entender cómo funciona el “carrier” cuando quiera llamar por teléfono desde Santiago.


Se venden discapacitados
      También sería un poco absurdo conducir 800 kilómetros y luego ponerme a escribir sobre las maravillas de la ruta 5, los innumerables peajes, lo caro de la gasolina y estar atento a que en una autopista aparezcan paradas de autobuses, tractores o un teléfono móvil gigante que cruce la calzada.

Aquí como yo
      Lo del teléfono móvil es totalmente cierto. Hace dos años, por la autopista, veo un teléfono móvil gigante, de unos dos metros y medio, que cruzaba la calzada.
      Se trataba de un operario que quería poner un anuncio con una maqueta del teléfono en la medianera, pero desde la perspectiva del coche, yo veía solo un teléfono caminando. Cosas que solo pasan en Chile.

Batman y Robin
      Por lo tanto, a mis lectores, me despido hasta marzo y prometo traer fotos y reflexiones de ese país flaco y larguirucho de allá en los confines de la tierra.

      No está exento, de que en algún momento, encuentre unos minutos para escribir.


Ya está alquilado
      Lo único que pido en estas vacaciones, es: Que suba el euro, que baje la gasolina, la carne y los mariscos, que me toque buen tiempo, que Lan Chile no me cambie los asientos, que mi barrio siga oliendo a empanadas, que no me coja el virus chilensis ese que te mantiene a dos metros del aseo, que mis paisanos no crean que soy rico, que no me tope con Piñera, que me toque la lotería (iba a poner que me toque la “polla”). Si eso se cumple, pasaré unas buenas vacaciones.


Una esclava
      Y como esto, en principio iba de publicidad en tiempos de crisis, les ruego que vayan viendo mis escritos anteriores, que veo que muchos les están dando un repaso y si les sigue gustando el blog, recomiéndeselo a sus amigos, que hasta hoy, tres meses de haberlo comenzado, ya son casi 3000 entradas. Ojalá algún medio de comunicación se fije en el blog y me proponga algo (cosa difícil), que como intérprete van las cosas regularcillo y a mí me gusta más escribir que hablar.
Sinceros

       Como ven, ya pasé mi propio anuncio publicitario.

       Por lo menos mi objetivo no es engañar a nadie, más bien, que nos lo pasemos un poco entretenido, que las cosas están malas como para salir de casa arrastrando los pies, mirando las cunetas e ir pensando, “jodida crisis, jodida crisis, jodida crisis”

       Nada, levantar el ánimo, que no nos engañen.

                                     ¡Jodida crisis!

jueves, 3 de febrero de 2011

Palabras chilenas

      Acaban de pasar por Televisión Española un programa sobre españoles en Chile. Una de las cosas que me llamó la atención es que los españoles en Chile pierden su acento y lo cambian rápidamente por el chileno. A los chilenos aquí nos es más difícil hablar con las Zetas, Cees y Eses, pero sin embargo, nos acostumbramos a usar sinónimos castellanos rápidamente.

      Un buen amigo, castellano auténtico, me decía que yo hablo como su abuelo, es decir uso palabras que ahora ya no se usan en España.

      También me llama la atención aquel periodista Hispano- chileno de la tele que intenta forzar su acento español. Para los chilenos de Chile, seguramente resultará interesante escuchar cómo se habla en España. Para los que vivimos mucho tiempo en la Península Ibérica, nos resulta gracioso, ver que como suda y rebusca las palabras y a veces se le olvida pronunciarlas como los españoles. Como conozco bien este país y sus gentes, hasta el momento no he encontrado a ningún español que hable como él.

      España no es un solo país, vascos, catalanes, gallegos, valencianos, murcianos, andaluces o castellanos hablan totalmente diferente el español.
Caso aparte son los gitanos españoles, que resulta gracioso escucharles.
“Fragoneta” en lugar de furgoneta, “Malacatones” en lugar de melocotones, “Atorsia” en lugar de autopsia, “Frasquito” en lugar de Francisco.
       Muchos son los chistes que se hacen sobre esta etnia y su léxico. Intentaré contar uno con su debida traducción o explicación.
      Dos gitanos están jugando al ajedrez.
      Uno de ellos mueve el caballo y dice: “Jate mate con er caballo” (jaque mate con el caballo) a lo que el otro responde enojado – “Jate te mate tu con la moto, ¡y que te hagan la artosia!” (ojalá te mates tu con la moto y te hagan la autopsia)

      Las palabras son importantes, yo me gano la vida llevando palabras entre dos idiomas y más que eso, transmitiendo el sentido de esas palabras, es decir, soy intérprete.
       Me he encontrado que los Chilenos somos uno de los pueblos que más ha aportado palabras al idioma español, no solo usando palabras en desuso aquí, sino también, inventándolas, a lo que la real Academia de la Lengua llama “chilenismos”.

      A los españoles les resulta incomprensible el porqué de nuestros inventos léxicos. Les resulta inverosímil que la lotería en Chile sea la “Polla” cuando aquí, la palabrita significa “pene”. Mis amigos se desternillaban cuando les conté que teníamos la “Polla gol”, ellos lo entienden como un pene descomunal y no como las apuestas del futbol que aquí se llama “Quiniela”

      Mi madre cuando va de compras pide duraznos, frutillas, porotos y papas en lugar de melocotones, fresas, alubias o patatas.

      Pero lo mejor de los chilenismos son los inventados, que a fuerza de hablarlos, han tenido que ser incorporados al español.


“Bacán el carrete”, “echar la foca”, “mandarse un condoro”, “cabro chico”, “quedar la escoba”, “quiltro”, “huachaca”, “apretar cachete”, “barsúo”, “guitrear”, “cachai”, “cahuín”, “caleta”, “estar con la caña”, “care palo”, “chuta”, "sapear", “echar la corta”. Son algunas de las expresiones que nadie más en el mundo hispánico entendería, excepto los chilenos o alguien que haya vivido en Chile mucho tiempo.

      En España y seguramente en otros países de nuestra habla, también inventan “palabros”, pero en Chile se hace con una imaginación extraordinaria y aparentemente sin lógica alguna, por ejemplo; “un condoro” es un error, pero seguramente viene de las trastadas del personaje de comics chileno “Condorito”, pero ve tu a explicarle a un español quien es Condorito y toda su familia.
       Para los que nos gusta buscar el origen de las palabras, es apasionante y surrealista. Para el resto de los mortales, es gracioso e inexplicable.

      En España es más entendible. “Ir de marcha” es salir de juerga (carrete en Chile), pero un español entendería poquito, poquito si escuchara, por ejemplo, el siguiente comentario:
“¡Puta la wuevá!, iba a echar la corta y quedó la escoba, la vieja sapa me echó los quiltros y tuve que apretar cachete no más, si no, la culiá llama a los pacos y voy en cana, suerte que no vió la güitreá de curao. Cuando llegué a la casa, al toque, se me apagó la tele”
       Para mis lectores españoles y para aquellos chilenos que ya se están olvidando, hago una interpretación aproximada:
“¡Joder! Iba a orinar y se armó un lio, la vieja fisgona, azuzó los perros y tuve que salir corriendo, si no, la desgraciada llama a la policía y me meten preso, suerte que no vió la vomitona de borracho. Cuando llegué a casa, inmediatamente me desmayé (de borracho)”. La verdad es que sale un poco cursi, es más gracioso y autentico en puro chileno.

      Las palabras, palabras son, pero el sentido, el acento, los silencios, el énfasis y el contexto en que se dicen, dan la riqueza a los idiomas. Un idioma que no crea nuevas palabras y expresiones, está muerto.
¿Se imaginan lo aburrido que sería si en el mundo habláramos todos el mismo idioma? Probablemente estaríamos a las puertas de la extinción intelectual y por lo tanto de la física. El cerebro humano tiene zonas especializadas en el lenguaje y estas son más activas y desarrolladas en aquellos que hablan varios idiomas. Incluso predispone a los multilingües las facilidades para otras actividades intelectuales o artísticas como la percepción visual o la música.

Pues ahora a repasar el diccionario, que cuando llegue a Chile la próxima semana, quiero entenderlo todo.

Si alguien quiere saber el significado “en chileno” de alguna palabra escrita aquí, les dejo unos enlaces. Les aseguro que será curioso y divertido repasarlo.
Tambien algunos videos.


¡Ya no mas cabros, pásenlo chancho!