La solidaridad es la fuerza de la gente débil.
Hugo Ojetti. Escritor y periodista italiano

miércoles, 15 de junio de 2011

La matanza del Corpus Christi

El 15 y 16 de junio de 1987, 12 jóvenes eran asesinados por la dictadura militar de Pinochet en Chile, en la denominada “Operación Albania”.

            Quizás, en su momento, aparte del dolor natural de la perdida de las vidas de 12 jóvenes, ya había dejado de ser noticia, la muerte de personas que se oponían por todos los medios a la brutal dictadura militar.

Julio Guerra
A finales de los años 80, la dictadura ya sabía que existían varias organizaciones que se defendían con las armas de la brutal represión de un ejército profesional.
La dictadura se dio cuenta que no se trataba de hechos aislados, mal organizados o de insurgentes espontáneos y sin preparación.



Los servicios de inteligencia de Pinochet y también de Israel y EE.UU. ya habían advertido de que se estaban enfrentando a combatientes altamente preparados durante años y con una voluntad de entrega personal que no tenían, ni siquiera, dentro de sus propias tropas.
Ignacio Valenzuela

En toda guerra, incluso las que se llevan por parte de una fuerza armada contra su propio pueblo, existen reglas mínimas, reconocidas internacionalmente, que nos dicen que a prisionero capturado, no se le puede torturar o matar. Cuando se saltan esas reglas, el acto se vuelve en un vil y artero asesinato.
También internacionalmente, se reconoce el derecho de autodefensa armada por parte de la población civil ante una agresión de una fuerza armada.
Esther Cabrera

Aunque en todas las guerras, incluso en las actuales, siempre hay quien se salta toda regla, pero el derecho existe. Durante la segunda guerra mundial, en prácticamente toda Europa, se formaron las Resistencias de los civiles armados. Memorables fueron los partisanos de Italia, Francia, Holanda, Grecia, Yugoslavia, Bielorrusia (entonces parte de la URSS) que combatieron al nazismo alemán.
Después de la guerra, muchos oficiales nazis fueron juzgados por los asesinatos y torturas de los miembros de la Resistencia de cada país.

Del mismo modo, en esos días de 1987, la matanza de Corpus Christi, se convirtió en un vil asesinato.
 
Ignacio Valenzuela Pohorecky, Ricardo Acosta Castro, Julio Guerra Olivares, Juan Henríquez Araya, Wilson Henríquez Gallegos, Esther Cabrera Hinojosa, Manuel Valencia Calderón, Ricardo Rivera Silva, Elizabeth Escobar Mondaca, Patricia Quiroz Nilo, Ricardo Cristián Silva Soto y José Joaquín Valenzuela Levi, fueron las víctimas de la Operación Albania.

Wilson Henríquez
Capturados, torturados y heridos a bala varios de ellos, fueron asesinados en distintos lugares de Santiago, después escenificaron un “enfrentamiento armado”. La mayoría de ellos fueron llevados maniatados hasta los lugares de la ejecución y baleados a quemarropa bajo una total indefensión para luego recibir tiros de gracia, incluso una vez ya fallecidos.

José Valenzuela (Rodrigo)
También quería contar sobre José Valenzuela Levi o “el Rorro” por “Rodrigo” como le conocí el día 30 de septiembre de 1977, una noche tranquila en el club chileno de Sofía, Bulgaria. A partir de ahí, un grupo de compañeros no nos separaríamos más durante los siguientes 4 años.
El Rorro era un muchacho flaco, no muy alto, con el pelo rizado y un poco rubio-rojizo. Callado, siempre muy maduro para su edad, te escuchaba con atención, aunque hablaras tonterías, respetuoso de todo el mundo. Por su cara de niño, creo que luego se dejó bigotes, quizás una forma de que a primera vista pareciera más mayor.

Comandante Ernesto
Todo el mundo le respetaba, a pesar de ser uno de los más jóvenes del grupo. Nos admiraba la facilidad que tenia para comprender las cosas. De esas inteligencias que vienen con el nacimiento. Los demás nos esforzábamos y estudiábamos mucho para llegar al nivel que el solo con una breve lectura ya asimilaba. Con otras palabras, una lumbrera.

Cuando había algo que era difícil de entender íbamos donde él para que nos lo explicara. Pero aparte de su inteligencia, lo importante es que siempre estaba dispuesto a escucharte. En alguna ocasión discutí con el por cosas que ahora, muchos años después, te admiras de haber discutido por una nimiedad. Esas cosas que no tienen explicación ni importancia.

El Rorro
A pesar de que tenía un carácter un poco introvertido, nunca dejó de decir lo que pensaba, era como si pensara mucho las cosas. En todo caso, no por eso dejaba de ser divertido. Para que me entiendan, tenía como un cierto humor inglés.

Su segundo apellido es de origen hebreo, pero nunca le oí hablar de Israel o de los judíos, cosa muy arraigada en los descendientes de Israelíes. Sin embargo, le conocí una amiga (solo amiga) búlgara de origen hebreo con quien hizo una buena amistad desde el primer momento. Se llamaba Zita y descendiente de judíos sefardíes, que sabía un poco español de los tiempos en que fueron expulsados de España. Años después, con mi mujer comentábamos que fue una atracción extraña, porque el Rorro nunca le desveló su segundo apellido ni sus orígenes y sin embargo se cayeron bien desde el primer momento.


Me abstendré de contar algunas cosas, después del año 81, porque, a pesar del paso del tiempo y de que se ha escrito mucho sobre el Rorro, aún hay actores que pueden salir perjudicados si desvelo ciertas cosas de la historia de su vida.

El 7 de septiembre de 1986, un grupo de combatientes le hicieron una emboscada de aniquilamiento (técnicamente así se llama) al dictador Pinochet. Desde el primer momento, sin conocer toda la noticia, muchos de los que le conocimos, ya sabíamos, que el Rorro tenía que estar en eso, lo intuíamos.

Tiempo después, nos lo confirmaron. José Valenzuela Levi, el comandante Ernesto o el Rorro para sus amigos, fue el jefe del grupo que intentó ajusticiar al sátrapa.

Me leí el libro “operación siglo XX” de Patricia Verdugo en un avión desde Santiago de Chile a Madrid. En la portada aparece el Rorro y Tamara que dirigían la emboscada.

La verdad es que como novela, no está mal, pero al novelar el hecho, la escritora se salta muchas cosas que por hacerlo, tergiversan la realidad y también distorsionan los personajes, a parte que hay cosas que ella por suerte, desconocía. Un gran compañero que participó en los reconocimientos previos del lugar de la emboscada, me decía que gracias al libro, muchos compañeros tuvieron que desaparecer de la circulación un tiempo.


Leyendo en Internet, hay algunos que poca idea tienen, que achacan al Rorro no haber podido matar al tirano. No estuvieron ahí y no saben lo extremadamente difícil que fue organizar todo, desde la nada y con la temida CNI siguiendo cada paso a los opositores a Pinochet. Me imagino al Rorro tratando de solucionar problemas insolucionables, inventando sobre la marcha cada nueva sorpresa o cambio de última hora.
Lo que no me cabe duda fue la determinación de arriesgar la vida para terminar de una vez por todas con el tirano, tanto del Rorro como la de los demás combatientes.

Juan Henríquez
Hace poco vi una película de un oficial alemán, Claus Von Stauffenberg, que intentó matar a Hitler con una bomba en su bunker. Tanto en el caso de Hitler como en el de Pinochet, nadie puede responder a la pregunta sobre qué hubiera pasado si Hitler o Pinochet hubieran muerto. Lo único de que podemos estar seguros, es que se lo merecían plenamente.



Ricardo Silva
A partir del atentado a Pinochet, la dictadura se dio cuenta que la Resistencia chilena iba en serio, no se trataba de un grupo de barbudos y románticos guerrilleros, sino de una estructura militar con amplios conocimientos que tenían la determinación de acabar con la dictadura. Me cuentan que los intrépidos y valientes escoltas de Pinochet que salvaron la vida, lo hicieron huyendo y tirándose barranco abajo, dejando abandonado al protegido. Todo militar profesional sabe, que al caer en una emboscada de aniquilamiento, la única pequeña posibilidad de salir de la situación (por lo menos digna) es parapetarse y responder al fuego enemigo. La guardia de Pinochet no estaba acostumbrada a que del otro lado también dispararan. Eso simplemente se llama cobardía.

Ricardo Acosta
A partir de ese momento, la dictadura desplego a toda su red de inteligencia para matar a todo frentista que pudiera. Nueve meses después eran capturados, el Rorro y once compañeros más, torturados, masacrados y ejecutados escenificando un enfrentamiento. Lo de la escenificación, tiene su lógica. Sabían que estaban cometiendo un crimen. Podían haberles fusilado sin más, pero sabían que la tortura y el asesinato están condenados internacionalmente y debían, de alguna manera escenificar una justificación.

Los culpables de la Matanza de Corpus Christi han sido condenados por la justicia, No con el rigor que hubiéramos querido, pero condenados al fin.



Ricardo Silva
Mientras tanto al Rorro y a los demás compañeros le seguimos teniendo en la memoria y en el corazón. A finales de febrero de este año, mi esposa y yo nos acercamos al Cementerio General en Santiago, a la tumba del Rorro, le dejamos unos claveles. La memoria es lo poco que nos queda para enfrentarnos al tiempo y en momentos como esos te recuerdas de los instantes alegres y dejas los amargos de lado. La memoria es benévola, es el mecanismo que tienen los seres humanos para no atormentarnos por las pérdidas de los seres queridos.

Me escriben desde Chile mis camaradas, mejor dicho, mis hermanos, que están planificando algo para que la memoria del Rorro y de los otros asesinados, se alargue y llegue a las nuevas generaciones que hoy luchan por su dignidad, por su Patagonia limpia, por su futuro educativo, contra la venta de lo poco que nos queda en Chile sin vender a los mismos de siempre.

La juventud, siempre es utópica y pura, les veo en Madrid o Barcelona, en Milán o Ciudad de México luchando, en el fondo, por las mismas cosas que luchaban el Rorro y los demás compañeros, ellos también eran jóvenes.

Les recordamos siempre. 


Matanza de Corpus Christi (Video)

4 comentarios:

  1. Muy interesante y a la vez entrañable.
    Mi respeto y reconocimiento a esa utopía y capacidad de soñar de la juventud (y también de algunos que, aunque ya no tan jóvenes, han conseguido mantenerse a salvo del paso del tiempo y del daño que producen algunas vivencias)
    Te tomo prestada una frase... "la memoria es lo poco que nos queda para enfrentarnos al tiempo..."
    No dejes de escribir.
    Un beso

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  2. Me llamo Laura Forti, yo soy la prima de Pepo, vivo en Italia a Florencia. Me gusteria mucho hablar con usted si lo desea. Desde hace algunos anos yo hablo con personas que conocieron Pepo y veo que eran amigos. Gracias por tu memoria y si quieres escribirme mi correo es esto mail@lauraforti.it, si usted me envía el tuyo, yo te escribo y me voy a explicar mejor. Perdona mi espanol. Muchos carinos. Laura

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  3. Tu relato me ha emocionado profundamente.
    Debe ser por la tristeza que me embarga después de ver como públicamente se ha homenajeado al genocida, legitimando una vez más el crimen y la impunidad.
    ¡Me duele Chile! Pero quiero creer que nada fue en vano. Que toda la sangre cobardemente derramada bajó a la tierra para nutrir la semilla que hará florecer de nuevo el mismo viejo sueño, la misma vieja utopía de un mañana mejor para todos.
    Sé que otras manos levantarán las banderas, que otras manos se unirán en la lucha por justicia y dignidad. Mi promesa es mantener viva la memoria. ¡Ni perdón ni olvido!
    ¡Honor y gloria para todos los que cayeron defendiendo este suelo!!
    Un abrazo grande!

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  4. Alberto Escobar Orellana23 de octubre de 2013, 23:44

    Mis respetos para todos estos jóvenes que ofrendaron su vida por un mundo mas justo. En especial admiro a Cecilia Magni, que antepuso su conciencia social a su conciencia de clase.

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