La solidaridad es la fuerza de la gente débil.
Hugo Ojetti. Escritor y periodista italiano

jueves, 20 de octubre de 2011

Octubre

           Hoy 20 de octubre, cumple su primer año este humilde blog. Estoy contento, porque a mí que no me conoce casi nadie, este blog tiene casi 18.800 visitas. Entiendo que son “visitas”. No es que tenga 18.800 lectores (más quisiera), pero sé que muchos de vosotros vais mirando el blog de tiempo en tiempo. También se que los dieciocho mil no son familiares míos, aunque se que mi familia también lo lee. GRACIAS a todos mis lectores.

Me gusta octubre. Más aún este de 2011, porque veo que la efervescencia social que recorre el mundo como fantasmas en aquelarre, ha puesto patas arriba esta maldita sociedad que nos han acotado los poderosos.
El otro día, millones de personas salieron a las calles del mundo a decir basta. Se que muchos de ustedes estuvieron ahí, en Santiago de Chile o Bruselas. En Alicante o Nueva York, en las plazas y parques de su ciudad.

            Recordad siempre que sois parte de la historia. Cuando seáis viejitos les diréis a vuestros nietos “Yo también estuve ahí, peleando por tu futuro”.
            A ellos también les tocará su parte cuando sean mayores, porque el desarrollo de las sociedades no se para. Unos la desarman en beneficio propio y otros intentan arreglarla lo mejor que pueden, así se hace la historia de la Humanidad.

            Hace unos días, se cumplió otro año más de la caída en combate de Ernesto Guevara de la Serna, más conocido como “El Che”. Ese barbudo médico asmático que también le planto cara a las desigualdades. Está claro que a su manera, que nos podrá gustar o no, pero se rebeló ante las injusticias de este mundo. En lo personal, le admiro. Durante mi vida en Cuba aprendí unas cuantas cosas de él e intento seguir su ejemplo (solo lo intento). El Che era de esos que predicaba con el ejemplo. Que si había que cortar caña bajo un aguacero tropical inmenso, pues el cogía el machete primero que nadie y se adentraba en el cañaveral. ¡Quien se atrevía a no seguirle!

            Este 15 de octubre, han salido a las calles, millones de Ches. Unos con el arma de sus voces, otros con una pancarta hecha en casa. Unos con la familia entera, otros solos con sus conciencias.

            También en octubre y en su último día, me toca cumpleaños, lo bueno de haber nacido en esa fecha, es que al otro día es festivo. Como verán en mis escritos del año pasado (Jalugüín) siempre me ha marcado eso de celebrar mi cumple, en esa festividad de la noche de los muertos.

            También Octubre me deja, en lo personal, un dolor grande por la partida de un hombre humilde y luchador. Un señor español, nacido en Las Minas, que en su tiempo de miserias y pobreza tuvo que irse con la maleta de cartón a trabajar a la rica Alemania. Don Manuel, el emigrante, como tantos de nosotros, forjó su vida y el futuro de sus hijos a costa de abandonar su país. El día 12 de Octubre le despedimos.

 
            Si lo pensamos un poquito, veremos que mientras millones de abnegados trabajadores intentan, día a día, con mucho esfuerzo, vivir dignamente, unos pocos no dudan en robarles lo poco que consigues con su trabajo. No hablo del delincuente común que te roba la cartera (que también da rabia), sino en esos de cuello blanco, que sentados en sus mansiones se llenan los bolsillos.

            Basta ir a cualquier empresa para saber que siempre hay quien te engaña. Está el que te promete un salario a cambio de tu trabajo y luego no te paga, el que llora miserias, que todo va mal, que está perdiendo dinero, que no tiene ni para cambiarle las ruedas al Mercedes, o las velas nuevas al yate.
            El que plantea reducciones de salarios y luego contrata a un amiguete o familiar por un salario impresionante.
 
            Pero lo que más me molesta, es el que se enriquece con el dinero público. Ese dinero que aportas a la sociedad a través de los impuestos.
            Los políticos pierden las perspectivas, para muchos, unos cuantos millones no son nada y hasta ven normal que un político gane 30 o 40 veces más que el ciudadano que le paga.
            A su vez, el político le paga a una cohorte de incondicionales aplaudidores. Muchas veces vemos a empresas que trabajan para los ayuntamientos que cobran el triple por un servicio (con dinero público) y siempre son las mismas.
 

            Los poderosos banqueros del mundo, mientras están ocupados robándote con las primas de riesgo, las stock options, la oferta y la demanda, mantienen a unos bichejos, llamados políticos que se encargan de que nada cambie y aseguren el robo perpetuo. A su vez estos políticos usan a otros sinvergüenzas que intentan mostrar lo bien que lo hacen los políticos y mejor aún, los banqueros. A estos les llamamos “medios de comunicación”.

 

            En estos días de pre campaña electoral en España, he visto que el candidato de la derecha no quiere subir impuestos a los ricos, porque según él, eso castiga a las clases “medias”. Mentira sucia, disfraza de “clase media” a los pobres banqueros.

            Ya no trago.
 



            Pero el otro candidato, el que intenta aparecer como de “izquierda” no nos dice que él estaba en el gobierno en los últimos 8 años y nunca puso impuestos a los ricos. ¿Ahora?

            Sigo sin tragar.

           
            Como ven, hay motivos suficientes para que nazcan millones de Ches Guevaras por el mundo.

Lo que no perciben los políticos y sus amos es que en esta sociedad de la información y en el siglo XXI las cosas no son como antes, que en nada se te juntan en las puertas de tu casa miles de gentes protestando convocados por el teléfono móvil. Que a los ciudadanos no les puedes engañar así como así y si pretenden imponer el orden Manu Militari, la respuesta es inmediata, si no me creen, miren a Egipto, Túnez, Siria o Libia.

            Tampoco entienden los políticos, que la paciencia tiene un límite. Que un día puedes aguantar un palo pero dos ya no, la próxima vez alguien devolverá el golpe.

            En las calles de Santiago de Chile, gracias a la estupidez de la cerrazón gubernamental, cada día son más los que pasan de la consigna a las piedras, no digo que sea lo correcto, pero entiendo la frustración y la reacción y quizás hasta yo me uniría.
 
Esto es válido tanto en Chile como en España, Estados Unidos, Egipto o Alemania, estamos ante una situación universal, por eso me rio de los que ahora ponen fronteras, apelan al nacionalismo o le echan la culpa a los inmigrantes, a los negros o a los gitanos.

Si se fijan, hemos vuelto al dilema de principios del siglo pasado. O somos explotados o somos explotadores. Los de arriba o los de abajo. Burgueses o proletarios.

Marx tenía razón.

El movimiento de los indignados, crece y se fortalece. Lo único que echo de menos, es que no se concrete en una acción real de cambiar las cosas. Me explico: Estoy de acuerdo completamente en sus reivindicaciones, pero debiera articularse en alguna opción viable de darle un vuelco a la situación. Está muy bien lo de salir a las calles y plazas, pero, también, debieran organizar un partido o movimiento que logre penetrar en las esferas del poder y empezar a romperlo desde dentro.

En Suecia, Austria o Alemania apareció el Partido Pirata que pudo canalizar el voto del descontento en Berlín, llegando casi al 9%.
Personalmente yo no les votaría porque les faltan muchas cosas para representar lo que opino, pero al igual que ellos, en España, el 15-M podría presentarse como una alternativa. Se que muchos piensas en no jugar con las mismas reglas de los partidos tradicionales, pero si se podrían usar esas mismas reglas para cambiar el modelo que nos imponen.

Recordemos que el Statu Quo imperante, está blindado a las protestas. Poco les importa que millones protesten, se escudan en la legitimidad de los resultados electorales. Y si en algún momento la protesta pasa a mayores, pues tienen a las “fuerzas del orden”. El ejemplo más patente, está en Chile; 6 meses protestando, el 80% de la población a favor de los manifestantes, cientos de miles de personas en las calles día si, día no y el Gobierno, como si nada.
No digo que no salgamos a las calles, digo que, además, debiéramos canalizar el descontento en las urnas. El poder teme, horriblemente, que los rebeldes conquisten parte del poder que ellos mismos han creado.
Reflexionemos y actuemos con inteligencia.

De momento, en España, solo un partido de los que se presentan a nivel nacional, engloba las peticiones de los indignados (y no desde ahora, si no me creen repasen los programas electorales de elecciones anteriores, que están en Internet).

Nos guste o no, esa es Izquierda Unida. Yo les voto


            Octubre, el décimo mes de este año de 2011, se va cargado, tenso y con muchas sorpresas, pero lo que nos espera en los siguientes meses y 2012 será peor.

            Agárrense de algo, que no solo estamos en crisis, además, llega la recesión.

            ¿Que nos queda? Pues solo rebelarnos.

            ¡REBÉLATE!  Que no perdemos nada.

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