La solidaridad es la fuerza de la gente débil.
Hugo Ojetti. Escritor y periodista italiano

martes, 31 de enero de 2012

Violeta Parra

 
        Acabo de ver la película “Violeta se fue a los cielos” del cineasta Andrés Wood, que ganó el premio del jurado en el festival de Sudance (EE.UU.) 2012. Se me llenaron los ojos de lágrimas y me corrieron los moquitos al ver la peli. Lo que pasa es que me emociono al ver la vida de la Viola. Quizás porque soy uno de los que creció con sus canciones.


    El viernes 27 de enero, mi asociación, junto con el Ayuntamiento de Guardamar del Segura, en Alicante, hicimos un homenaje a Pablo Neruda. Me tocó hablar de Neruda, pero al preparar la intervención, me di cuenta que es imposible hablar de un poeta chileno, sin hablar de otros poetas; Gabriela Mistral, Pablo de Rokha, Vicente Huidobro, Nicanor Parra, Víctor Jara y por supuesto de la Violeta.

    En chile tenemos un montón de poetas, quizás porque el buen vino de la tierra hace que hablemos en verso y se nos desaten las musas de hablar bonito, casi cantando.

La cantante calva (oleo)
    La virtud de la Viola, fue la de cantar lo simple y hacerlo complejamente hermoso.
    Me encanta la forma en que va hilvanando los versos, con palabras fáciles, se hace música al recitar los versos de sus canciones, incluso sin música.

    Hagamos la prueba recitando esto versos simples y veremos que no sobra ni una sola palabra, rima fácil y sobre todo ¡dice cosas!



 
Borracho
Pa’ cantar de un improviso
se requiere buen talento
memoria y entendimiento
fuerza de gallo castizo.
Cual vendaval de granizos
han de florear los vocablos,
se ha de asombrar hast’el diablo
con muchas bellas razones,
como en las conversaciones
entre San Peiro y San Paulo.

    La Viola nació cerca de San Carlos, el 4 de octubre de 1917, (San Fabián de Alico) y se pasó la infancia correteando entre valles hermosos, dicen que le fascinaba la tierra, el campo, las zarzamoras.

    Apenas sabía leer cuando ya aprendió a cantar y a componer. A los 12 años ya componía canciones.

    Su experiencia de vida le hizo estudiar el folclore chileno, la cerámica, la pintura y cada cosa que pasaba por sus manos las transformaba en bellas obras, los bordados o las esculturas.

    La Viola, como muchos artistas, fue reconocida al principio, más en el extranjero que en el propio Chile. Sus obras fueron expuestas en el Louvre en 1964.

    Eso pasa porque, en esos años, en Chile todavía nos tenían acostumbrados a que el folclore se hacía básicamente para ensalzar lo bonito que es el paisaje, el azul del cielo, las grandes montañas blancas, las tradiciones del campo…
    Entonces vino la Violeta, le dio la vuelta al folclore tradicional y canto a los que las gentes comunes llevan en el alma. Sus penas, sus alegrías, la rebeldía ante las desigualdades.

Cristo (Bordado)

Qué vamos a hacer con tantos
y tantos predicadores.
Unos se valen de libros,
otros de bellas razones,
algunos de cuentos varios, 
milagros y apariciones
y tantos de la presencia
de esqueletos y escorpiones, mamita mía.



    La Violeta fue la fundadora (y con fundamento) de la música popular chilena. Amiga de Pablo Neruda y la inspiración de Víctor Jara, Quilapayún, Illapu, Los Jaivas, Inti illimani o Patricio Mans. Pero su obra también la han hecho suya cantantes como Mercedes Sosa, León Gieco, Joan Manuel Serrat, Alejandro Sanz, Joan Baez, Shakira, Silvio Rodríguez, Joaquín Sabina entre otros muchos.

    Según la película, la Violeta tenía un gran carácter, y tenía razones para tenerlo. Su vida fue entre alegrías y tragedias, entre éxitos y fracasos, entre amores y desamores, pero…¿Quién no? La valentía y el genio de la Viola están precisamente en que nunca se calló la boca y además le puso arte a sus pesares.

Oleo
Run-Run se fue pa´l Norte,
no sé cuándo vendrá.
Vendrá para el cumpleaños
de nuestra soledad.
A los tres días, carta
con letra de coral,
me dice que su viaje
se alarga más y más,
se va de Antofagasta

sin dar una señal,
y cuenta una aventura
que paso a deletrear,
ay ay ay de mí.



    Tampoco se cayó con las adversidades sociales de su tiempo.
Prisionero inocente (oleo)

Me mandaron una carta,
por el correo temprano,
y en esta carta me dice,
que cayó preso mi hermano,
y sin lastima con grillos,
por las calles lo arrastraron,si.

La carta dice el motivo,
que ha cometido Roberto,
haber apoyado el paro,
que ya se habia resuelto,
si acaso eso es el motivo,
presa también voy sargento, si.



    La virtud de los genios como Violeta, reside en que su obra trasciende el tiempo. Si vemos las luchas de los estudiantes chilenos de hoy mismo, perfectamente, puedes cantar con Violeta:

¡Que vivan los estudiantes,
jardín de las alegrías!
Son aves que no se asustan
de animal ni policía,
y no le asustan las balas
ni el ladrar de la jauría.
Caramba y zamba la cosa,
¡que viva la astronomía!




¡Que vivan los estudiantes
que rugen como los vientos
cuando les meten al oído
sotanas o regimientos.
Pajarillos libertarios,
igual que los elementos.
Caramba y zamba la cosa
¡vivan los experimentos!



    Hoy la Violeta es reconocida en el mismo Chile como la mejor folclorista de todos los tiempos, lo que me duele es que tenía que morirse hace 45 años para reconocerle su genio. En los años 70, los que vivimos su obra, la hicimos nuestra, la cantábamos y la defendíamos, éramos unos malandrines rojos. Luego vino la dictadura y cantar o escuchar a la Violeta era como mencionar al diablo. Lo mismo pasó con Neruda o Víctor Jara. ¡¡¡Todos comunistas!! Con cola, cuernos y nos comíamos a los niños o los mandábamos a Cuba.
Thiago de Melo (bordado)

    Las dictaduras tienen eso, que les tienen un miedo horrible a los poetas y cantores, porque una canción o un poema tienen más fuerza que mil tanques o un millón de metralletas.
    El tiempo pone a cada cual en su sitio y el sitio de Neruda o de Violeta Parra empieza a reconocerse y a divulgarse cada día más.

    Dicen que la canción contemporánea más bella en lengua hispana, es el “Gracias a la vida”, no solo por su música, sino también por su métrica y sentido del poema, en que va desgranando aquello que todos agradecemos al estar vivos;

Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me ha dado la risa y me ha dado el llanto,
Así yo distingo dicha de quebranto
Los dos materiales que forman mi canto
Y el canto de ustedes que es el mismo canto
Y el canto de todos que es mi propio canto.






    De Violeta Parra se puede escribir mucho, pero solo quiero dejar una reflexión; siempre fue ella misma, nunca renegó de su condición social, nunca se le subió a la cabeza el éxito, siempre fue pueblo con una guitarra, siempre fue voz con un poema en alma.


    Gracias Violeta por tu obra, Viola Chilensis.



Les pongo algunos enlaces con música y el enlace a la película.

Violeta se fué a los cielos (Película completa) 
Página oficial Violeta Parra 
Gracias a la vida 
Volver a los 17

1 comentario:

  1. Me encanta Viola Chilensis, también recuerdo sus canciones desde muy pequeño, fui creciendo y aprendiéndome las letras de sus espectaculares contenidos, la vida misma, en dos o tres palabras, sin dejar de lado a su hija Isabel Parra quien ha seguido el legado de los Parra...... Ale Lizana desde Calpe te recuerdo Violeta Parra

    ResponderEliminar