Como nacimos chicharra, y seguimos cantando, no podíamos negar ayuda a los españoles que quieren hacer el camino de vuelta a las Américas.
Las migraciones españolas al nuevo continente no son nuevas. Las hay de todas las formas y colores. Además de la colonización, también en nuestros países han llegado millones de españoles huyendo del hambre, la miseria y la guerra civil. A pesar del viejo fantasma de la colonización, a los españoles siempre se les ha dado un trato excelente y cordial. La penúltima migración fue la de las grandes multinacionales de origen español. En prácticamente todos los países de Latinoamérica están los dos grandes bancos (Santander y BBVA) aseguradoras como MAPFRE, Telefónica, Marsans, Grupo Prisa, Endesa, varias constructoras y la más sonada fue la de REPSOL. Si se fijan bien, pocas o casi ninguna empresa española pertenece a la producción de bienes, sino de servicios o construcción de obra pública (autopistas y carreteras).
Poco a poco, se fueron adueñando del mercado, están presentes en países como Chile, Argentina, Perú, Bolivia, Uruguay, Brasil, Ecuador, Paraguay, Colombia, Venezuela o México.
Hasta ahí bien. Se necesitaba empresas que invirtieran y que crearan puestos de trabajo. Pero como es natural, las empresas no son ONGs y lo que buscan, no es principalmente desarrollar la economía de esos países sino, sacar beneficios. La inversión y los puestos de trabajo vienen, precisamente de la necesidad de obtener beneficios. ¿Cuál es el problema entonces? El problema viene precisamente en que se forman monopolios para (otra vez) sacar más y más beneficios. La inversión pasa a segundo plano, también la creación de más puestos de trabajo o dignamente remunerados.
Argentina, tenía desde principios del siglo pasado la empresa YPF (Yacimientos Petrolíferos Fiscales, 1922) creada por el estado argentino para buscar y extraer petróleo y gas que abundan en el país. En 1999, bajo el gobierno de Menen y debido a la gran deuda externa del país, se les obligó (económicamente) a vender YPF. La ecuación fue simple: Si no vendes YPF, no te prestamos más dinero y me devuelves lo que nos debes. Ante la bancarrota del país y también por la actitud entreguista del gobierno Menem, Argentina termina vendiendo totalmente YPF a Repsol.
No hay que olvidar que tanto los políticos argentinos, como los españoles, estaban encantados con la venta. Unos porque, se sabe que recibieron su parte, y otros que se alegraban de tener una multinacional española.
Para mí el concepto “multinacional española” es errado. Ya siendo multinacional, no pertenece a un país determinado.
Con la expropiación reciente de YPF por el actual gobierno argentino, en España se ha desatado una ola de nacionalismo barato en defensa de Repsol. El actual accionariado de Repsol, en su mayoría, no son españoles ni pertenecen al estado español.
Pero, ¿es eso lo más importante? Pues no, lo importante es que para bien o para mal, el petróleo que hay en la Argentina, solo les pertenece a ellos. Ni a España ni a la multinacional Repsol.
¿Por qué Argentina nacionaliza YPF? Seguramente parte de la respuesta está en clave de política interna de Argentina. Pero también tendremos que entender que los argentinos no pueden explicarse que teniendo un mar de petróleo bajo sus pies, tengan que importar petróleo extranjero por valor de 9000 millones de dólares al año.
¿Por qué argentina tiene que importar petróleo? Porque Repsol disminuyó su producción en un 10% en 2011. Porque así mantienen el precio por las nubes y además en vez de reinvertir los beneficios obtenidos en los nuevos yacimientos de Vaca Muerta, distribuyen los beneficios entre los principales accionistas.
Pero hay más. Repsol es la única petrolera que no tiene beneficios y hoy se ha sabido que lo único que pretendían es vender toda su parte accionarial de YPF a la petrolera China SINOPEC por 15.000 millones de dólares. Todo esto a espaldas del gobierno argentino. De hecho el 23 de febrero de 2012, el directorio de YPF impide a los representantes del estado argentino estar presente en una reunión de directorio, donde presumiblemente, se estaba “cocinando” la venta de YPF a los chinos.
Después de todas estas aventuras, es normal que el estado argentino tome la decisión de declarar YPF como bien de interés público y su nacionalización (el 50.01% de las acciones). A propósito de bien de interés público, en la constitución española, también está recogido este aspecto.
Función pública de la riqueza
1. Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su
Titularidad está subordinada al interés general.
2. Se reconoce la iniciativa pública en la actividad económica. Mediante ley se podrá reservar al sector público recursos o Servicios esenciales, especialmente en caso de monopolio, y asimismo acordar la intervención de empresas cuando así lo exigiere el interés general.
¿Y ahora qué?
La tensión empieza a subir entre los dos Estados. España amenaza con tomar medidas (¡Ya verás lo que te va a pasar!). La primera es suprimir las importaciones de biodiesel argentino. ¿Quién pierde? Pues los ciudadanos españoles, que verán subir el diesel (El diesel que compramos tiene un porcentaje mezclado de biodiesel). Los argentinos perderán 900 millones de dólares anuales que pueden compensar vendiéndolo en el mercado interno.
¿Algo más? No lo creo, las exportaciones argentinas a España son mínimas, sobre todo en productos agrícolas que perfectamente pueden vender a China y otros países.
Aún no está claro qué más puede pasar, pero España tiene todas las de perder. La desastrosa situación económica de España, la negativa de Europa y en particular España a comprar petróleo de Irán, subirán los combustibles en la Península.
Por otro lado, Argentina puede recibir el apoyo de la mayoría de los países Latinoamericanos, donde las empresas españolas tienen grandes intereses. ¿Se imaginan que pasaría si Brasil, Ecuador, Perú, Uruguay, Paraguay, Venezuela, Nicaragua y Bolivia (entre otros) empezaran a tomar medidas contra estas empresas españolas en solidaridad con los argentinos? Pues a amarrarse bien los pantalones en España, que la que puede caer es grande. Este es el precio de las bravuconadas del gobierno de Rajoy.
Debo dejar muy claro que aquí hay cientos de miles de españoles que apoyan a los argentinos, más que nada porque Repsol nunca ha sido del agrado de los españoles de a pie (si nos cobraran los combustibles y el gas más barato, otra cosa sería)
En los medios de comunicación y desde el gobierno, se ha recurrido al paternalismo “los pobres argentinos sufrirán las consecuencias de la medida de su gobierno”. Si, puede que tengan razón, pero lo que hagan con SUS riquezas son SU problema. Todo pueblo debiera tener esas riquezas que les da la tierra en sus manos. Si se equivocan, pues ellos solos.
Eva Peron. 1947 |
Emigrantes españoles |
Un periodista de la tele, decía que lo mejor para España era “encapsular el problema”. Tiene toda la razón, si se abre la caja de Pandora, España, las empresas españolas en Latinoamérica, los migrantes, las bolsas y los ciudadanos, sufrirán las consecuencias de defender a un puñado de señores accionistas que metieron dinero en Repsol, solo para ganar más dinero.
Los tiempos han cambiado, ya no son los que cuando la metrópoli decía algo, todos agachaban la cabeza. Hoy en día, si los EE.UU. o Europa quieren doblegar a alguien por lo económico, inmediatamente responden los rusos, los chinos, los indios, los brasileños y un montón de países emergentes, que por lo demás empiezan a tener el control de sus riquezas. No es de extrañar que los EE.UU. hayan mostrado un apoyo muy tímido a Rajoy. La Clinton se limitó a hacer una ambigua declaración y a sacarse una foto con el Presidente del Gobierno español.
Los países poderosos tienen los píes de barro por falta de materias primas. ¿Necesitan litio para las baterías de coches eléctricos? El litio esta en Latinoamérica. ¿Necesitan cobre para transportar la electricidad? El cobre está en Latinoamérica. ¿Necesitan más petróleo para mover sus camiones? La mitad está en Latinoamérica. ¿Necesitan oro para sus joyas? La mitad del oro está en Latinoamérica. ¡Y lo que falta por descubrir!
El mundo ha cambiado y la soberbia de un gobierno que no sabe que es frágil, nos pasará factura a los ciudadanos de a pie.
¡Como siempre!
¡Como siempre!
1947. Eva Peron visita España con ayuda alimentaria
Antonio Remiro. Catedrático Derecho Internacional
Antonio Remiro. Catedrático Derecho Internacional
bueno yo tambien estoy de acuerdo con la nacionalizacion de IPF pero tambien quero eso se tranforme en veneficio para el ciudadano comun que somos los trabajadores el tiempo lo dira.
ResponderEliminarla verdad muy buen trabajo!! te felicito, es muy interesante.
ResponderEliminarAntonio Ramiro, me gustó tu escrito.-
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