La solidaridad es la fuerza de la gente débil.
Hugo Ojetti. Escritor y periodista italiano

sábado, 28 de abril de 2012

Guardiola, el Grande



          Aquellos que siguen mi blog, ya sabrán que soy futbolero (de esos que les gusta el futbol) y no confundir con futbolista (aquellos que el futbol es su profesión).
            Además sabrán que soy fan del Futbol Club Barcelona en España y también de la Universidad de Chile en mi país natal.
Cuando llegué a España, a mediados de 1990, me llamó la atención la aguerrida forma de jugar de un loco, bastante inculto llamado Stoichkov, búlgaro como mi mujer y mi hijo. También un jovencillo llamado Pep Guardiola.

Les entrenaba otro mito del futbol mundial, Johan Cruiff, el de la naranja mecánica. Poco después, en 1992 llegó al Real Madrid, mi compatriota Iván Zamorano. Muchos españoles no podían asimilar que un chileno en España no fuera del Madrid de Zamorano.

 Que me perdone Zamorano, que le conocí cuando era solo un niño de la Villa México y nada hacía pensar que luego sería un gran deportista, pero el blanco es un color muy soso y aburrido, tanto en Chile como en España.

         No me perdía partido del Barça, en donde destacaba el centrocampista que apuntaba grandes maneras repartiendo jugadas y que poco a poco se convirtió en el gran director de la orquesta, entonces llamado el “Dream Team”, el equipo de ensueño.

            Me hice fan del Barça, no solo por los colores, sino porque la historia me hacía rechazar la negra historia del Real Madrid en tiempos de la dictadura franquista. Lo siento pero yo no soy de esos que desligan las cosas unas de otras, para mí la historia es como es y es innegable que el Real Madrid y su vanagloriado presidente Santiago Bernabeu, tenían al Madrid como el equipo “del Régimen” franquista y a falta de cosas amables que mostrar al mundo, lo único de lo que podía presumir la dictadura era del poderoso Real Madrid.

Santiago Bernabeu y Franco
            Tampoco muchos saben que durante la Guerra Civil española, el presidente de entonces del Barça, Josep Sunyol fue fusilado por las tropas franquistas en la Sierra de Guadarrama, en las cercanías de Madrid.
            La confrontación entre Real Madrid y Barça, nunca ha sido solo deportiva, sino también, entre el centralismo nacionalista español y el nacionalismo catalán.
            En todo caso, hoy 27 de abril, Josep Guardiola i Sala, ha decidido dejar de ser el entrenador del Futbol Club Barcelona.
            El mismo chiquillo que con desparpajo mandaba el centro del campo en los 90, hace cuatro años, volvió a su club para revolucionar el futbol.
            Veo las noticias y en todo el mundo, en diferentes lenguas, se habla de Pep Guardiola. Digo que revolucionó el futbol, todos (excepto algunos trogloditas) intentan aplicar su estilo de juego.
            El Pep, logró hacer que el futbol no solo sea cosa de fuerza, sino también, de inteligencia. Logro hacer hermoso un juego casi banal, revivió la confianza en sus jugadores.
 
            De hecho, sin Guardiola, la selección española de futbol, logró ser por primera vez, campeona del mundo. La mayoría de los jugadores de la selección son del Barça, que vienen con el futbol aprendido de Guardiola; el toque, el pase, la posesión del balón, entender el futbol como un deporte de inteligencia y calidad son su marca de identidad que contagió al resto de jugadores españoles, incluso a algunos del Real Madrid, como Xavi Alonso o Casillas.
            Pero no solo Pep ha dejado su impronta en los jugadores, también en todo el club, que se ha contagiado de su saber estar. No es casual que durante la era Guardiola, en las camisetas del Barça, en vez de mera publicidad comercial, agregaran las siglas UNICEF (Fondo Internacional de Emergencia de Naciones Unidas para la Infancia) como apoyo a los niños desfavorecidos del mundo.
            En la gran lucha de los dos grandes del futbol español, siempre ha quedado marcada la distancia entre sus entrenadores, uno desafiante, agresivo, arrogante, incapaz de reconocer una derrota e incapaz de llegar a parecerse a Guardiola, ni siquiera en lo deportivo como jugador de futbol y el Pep, serio, capaz, respetuoso, sabiendo reconocer sus propios errores, inteligente y sutil. Es por eso que el mundo entero reconoce el trabajo de Guardiola cuando ha decidido dejar de ser el entrenador del Barcelona.
            La mayoría de los entrenadores del futbol internacional, esperan a que los echen del club cuando han sido incapaces de hacer un buen trabajo, sin embargo Guardiola se va solo y con el reconocimiento de todos.

            ¿Por qué se va Guardiola?

            Para entenderlo, hay que entrar en su personalidad, el está convencido de que es más honesto irse que hacer un trabajo a medias, por el agotamiento físico y síquico que este causa. Guardiola si no puede dar al 300%, prefiere dejar paso a otro. Si muchos políticos del mundo entero siguieran su ejemplo, este mundo sería mejor.
            También, me gusta la seriedad, la honestidad y la modestia de Pep. Nunca le he visto echarle la culpa a otros de la derrota (ni a los árbitros, como es costumbre) siempre ha sido él, el primero en asumir las responsabilidades, incluso la de los demás.

            Una nueva era viene en el Barça, pero el camino marcado por el Pep, lo han hecho suyo los jugadores del primer equipo y hasta los pequeñines de las canteras y estoy seguro de que en su merecido descanso y retiro, estará siempre apoyando a los que hoy le despiden.
      Estoy seguro de que si el Barça le necesita, el vendrá y será recibido con los brazos abiertos en su club.
            Y con desazón por parte de los rivales.
           
            Guardiola no es un buen entrenador de futbol, Guardiola ES, el futbol.

            ¡Salud Pep, buen descanso!

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