La solidaridad es la fuerza de la gente débil.
Hugo Ojetti. Escritor y periodista italiano

domingo, 8 de mayo de 2011

Elecciones en España


Ya estamos en campaña electoral.

            Justo en la semana en que por fin encontraron y ajusticiaron a Bin Laden, empezó la campaña electoral para las elecciones locales (ayuntamientos) y en algunas autonomías.

A los lectores no españoles, les recuerdo que el Estado español se compone de 17 autonomías, a saber; Andalucía, Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla – La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia, La Rioja, Madrid, Navarra, País Vasco (Euskadi) y la Región de Murcia. También dos ciudades autónomas, las de Ceuta y Melilla.
España de las autonomías
            Es casi como un estado federal, aunque no llega a serlo del todo. El Estado tiene algunas competencias y muchas otras han sido transferidas a cada comunidad autónoma, es decir tienen sus propias leyes en determinados ámbitos. También tienen un gobierno autonómico y su parlamento que elige al presidente.
            En esta ocasión, trece comunidades tendrán elecciones. Galicia, Euskadi, Andalucía y Cataluña no tienen.


            Las presentes elecciones están marcadas a fuego por dos acontecimientos. El primero y fundamental es la maldita crisis y el segundo es la reciente decisión del Tribunal Constitucional de permitir a la agrupación Bildu de Euskadi a presentar listas electorales

            En lo que concierne a la crisis, se siente en el ambiente, una derrota estrepitosa del Partido Socialista en prácticamente todo el Estado. A pesar de que esta crisis es de carácter global y empezó a gestarse mucho antes de que el actual gobierno central de Rodríguez Zapatero tomara el poder, los ciudadanos le ven como el culpable de todos los males y le castigarán a pesar de que en esta ocasión las elecciones son locales y autonómicas, es decir, no cambiarán al gobierno central.

            Estas elecciones no cambiarán el rumbo de la situación económica, ni son la solución a la crisis. Desde los ayuntamientos y las comunidades autónomas no tienen ni la fuerza legal ni económica para solucionar ni el desempleo, ni la caída de la producción.

            Pero los ciudadanos no piensan en eso, con justa razón, quieren castigar al gobierno central por su inoperancia, inmovilismo, falta de imaginación y valentía en paliar, por lo menos en parte, la desastrosa situación a la que nos ha llevado la economía global.

            También, parte de su propio electorado le abandonará porque las “soluciones” a la crisis, las ha cargado a las espaldas de los trabajadores y gentes más humildes, que en gran parte les apoyaban. A los recortes a los salarios de los funcionarios, el alargamiento de la edad de jubilación, la reforma laboral, los recortes a las conquistas de derechos de los trabajadores, se unen el apoyo del gobierno a los mercados financieros y bancos.

            Quizás pudiéramos pensar que el principal partido de la oposición (El derechista Partido Popular) tiene la solución a las amarguras y calamidades de la economía, pero NO. Por toda su trayectoria y su ideario, es imposible que haga algo distinto a lo que hace el actual gobierno socialista y me temo que quizás lo haga incluso, peor; más recortes, menos derechos para los trabajadores, más apoyo a los mercaderes financieros, bancos y grandes empresas.

            Sucede algo incomprensible para muchos, pero de una simpleza extraordinaria. En muchos ayuntamientos y comunidades autónomas, se presentarán como candidatos (y ganaran) personajes que están imputados en grandes casos de corrupción, varios de ellos, serán enjuiciados próximamente.

            Como ejemplo, en la Comunidad Valenciana el actual presidente y candidato a la reelección, Francisco Camps, está imputado en el marco de una gran trama de corrupción, por otro lado ha despilfarrado el dinero público en mega proyectos que han resultado ruinosos. El parque temático “Terra Mítica”, la “Ciudad de la Luz” (una ciudad del cine) son unos desastres. La “Ciudad de las Ciencias” en Valencia ha costado un 500 % más de lo proyectado. También se han hecho proyectos y festividades que aún no sabemos cuánto cuestan en realidad (todo con dinero público) como la visita del Papa a Valencia, la Fórmula 1, la Volvo Ocean Race y otros en que se gasta mucho más de lo que reporta a los valencianos. Sin embargo, las encuestas dicen que ampliará su mayoría absoluta, ganará por goleada.

           ¿Alguien me puede explicar, porqué los electores votan a quien despilfarra su dinero? ¿Cómo se puede elegir a personajes que están siendo objeto de investigaciones por presunta corrupción?
           
            En política, que es un servicio público y además, muy bien pagado con el dinero de todos, debería aplicarse esa vieja máxima que cuenta Plutarco; “la mujer del Cesar no solo debe ser honrada y casta, sino, además, parecerlo” En el caso de Valencia, todo apunta a que no lo es ni lo parece.

            Los ciudadanos que votarán el próximo 22 de mayo, poco les importa la corrupción, el despilfarro, la incompetencia y la traición de los principios.

            La situación económica, con casi 5 millones de desempleados, sin lucecitas al final del túnel, sin que ninguno de los dos grandes partidos aporte nada creíble, es como para que los ciudadanos voten a cualquiera que no sean ellos, ¡pero no!



Desempleados
            Mal andan los que aún creen que los socialistas del gobierno, son aún socialistas.
Mal andan los que creen que la derecha defenderá a los trabajadores y les sacará de la crisis.
Mal andan los que creen que la iniciativa privada, los mercados financieros y los bancos les darán un puesto de trabajo aunque sea mal pagado.

NI PSOE    NI PP
No pretendo aconsejar a nadie cual debiera ser su voto, pero yo no voto ni a “socialistas” ni a la derecha. Muchos me dicen que mi voto se perderá, pero da lo mismo, si voto a cualquiera de los dos grandes partidos, igual pierdo, como han perdido sus empleos, sus viviendas y hasta sus familias cientos de miles de trabajadores y además me sentiría engañado otros cuatro años.


Por otro lado, en estas elecciones, unos pocos inmigrantes podrán votar. El actual gobierno autorizó a algunos extranjeros a votar solo en las municipales. Lo hicieron tan rematadamente mal y con tantas trabas que al final el número de votantes extranjeros será ridículo.
Yo, que me nacionalicé hace tiempo y tengo derecho a votar, no me olvido que provengo de la inmigración y mi voto no irá para los que persiguen a inmigrantes en redadas policiales y crean centros de internamientos (cárceles para extranjeros) para gentes que lo único que buscan es una vida mejor para sus familias.


Díptico xenófobo PP Badalona
Tampoco votaré a los que alientan la xenofobia y el racismo, como en algunos municipios de Cataluña en que sacaron panfletos con fotos de carteles que decían “No queremos rumanos”
Tampoco voto a nacionalistas, que ponen fronteras y clasifican a las personas según el lugar en donde han nacido y excluyen a los que no son de “su” tierra. Ya lo saben, yo soy Internacionalista, lo contrario de nacionalista.



Como me quedan tan pocas opciones, lo diré. Aunque sean pocos, idealistas y para algunos, “desfasados”, yo votaré a Izquierda Unida. Así no me sentiré ni desclasado ni traicionado. Yo duermo tranquilo, sobre todo, con mi propia conciencia.


            Cada cual con su preferencia. Cada uno con su modo de ver la vida, pero por favor, después de un tiempo, reflexionen y piensen donde está cada uno y que les ha aportado el candidato que han elegido.

Abstención
            Aunque un voto es solo una persona, es muy importante en una sociedad y lo peor que podemos hacer es cerrar los ojos, meter la cabeza en un agujero como los avestruces y desentendernos de la sociedad y sus problemas.
            Muchos se vanaglorian de no votar o de ser “apolíticos”. Es la posición más fácil, y además errada, porque toda acción de vida dentro de una sociedad, es política. Cuando te suben el precio de la luz y te revelas, cuando imponen una ley que no te gusta… todo es política, es la forma en que se organiza una sociedad. Otra cosa muy distinta es pertenecer o simpatizar con algún partido político que eso ya sería “política militante”.


            No aconsejo a nadie, por quién votar, pero si aconsejo a que vaya y vote. Aquí en España o donde esté, nunca se quede al margen, cada ciudadano debería hacerse participe de las decisiones colectivas, aunque nos equivoquemos una y otra vez, pero el deber de cada uno es participar, por lo menos cada cierto tiempo poniendo un papelito en una urna, que es la única forma que nos deja este sistema de "democracia representativa".

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