En todas las guerras, grandes o pequeñas, mundiales o locales, abiertas u ocultas (que también las hay), después de la población civil, a los que más matan es a los mensajeros.
En la de Irak, fueron muchos los periodistas asesinados y hoy quieren matar (o sacar de la circulación, que es casi lo mismo) a Julian Assange, creador de WIKILEAKS, una página web que se dedica a publicar aquello que los militares, especialmente estadounidenses, no quieren que se sepa.
Assange es un periodista, muy bien informado a quien confidentes del propio ejército o del gobierno americano, ponen en sus manos los secretos más escabrosos de la guerra de Irak, para su difusión.
Es como en el futbol, cuando un equipo pierde por 6 a 0 por lo mal que han jugado, la culpa se la echan al árbitro, al césped, a la afición o a alguno que pasaba por ahí.
A Assange le dicen que por su culpa la seguridad de las tropas de EE.UU. corren un grave peligro.
Pero Assange no se detiene en informar sobre las atrocidades cometidas en Irak, también se queja de la cacería que se cierne sobre él y su equipo, ante la pasividad de la sociedad y algunos gobiernos como el sueco, quien prohibió a Wikileaks, establecerse en Suecia.
"La sociedad civil está muerta, ya no existe. Y hay una amplia clase de gente que lo sabe y lo está aprovechando para acumular riqueza y poder".
"El poder económico permite a oportunistas en cualquier sociedad conectada al sistema financiero global extraer riqueza robada con un comportamiento inmoral para llevarla a destinos lejanos o a oscuros y opacos vehículos financieros difíciles de atrapar"
Estas palabras de Assange, demuestran que guerras y crisis están íntimamente ligadas, las guerras se hacen por motivos políticos que tienen un trasfondo económico.
"La mayor parte de los ataques legales que hemos recibido son de bancos".
Tiene toda la razón, LOS BANCOS, que casualmente son los que provocaron y ganaron con esta crisis. Y seguirán ganando hasta que la sociedad civil no resucite. Lo peor de todo, es que en el futuro, habrán otras crisis provocadas por los mismos, otras guerras realizadas por los mismos (¿en Irak, Venezuela o Corea, quizás?) y otros mensajeros a los que habrá que aniquilar.
Lo malo, son las estúpidas excusas para hacer las guerras; La lucha contra el terrorismo, las armas de destrucción masivas en manos de malignos dirigentes, el narcotráfico o la lucha por los valores democráticos occidentales.
No faltarán excusas, ni borregos que se las crean, está comprobado.
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